Carlos «Chingolo» Casalla / Cabo Savino

 

 

 

 

Título: Cabo Savino
Ilustrador: Carlos Casalla
Escritores: Julio Alvarez Cao, Carlos Albiac, Jorge Morhain, Mariano Villegas y Cacho Varela entre otros
Lugar y editorial: Buenos Aires. Editorial Columba
Año: 1954

 

Acerca de la obra

«El milico está ahí –escribió Casalla-, frente al indio con el que son medio primo hermanos, y que además ninguno se va a quedar con nada de lo que conquiste. Entonces con ese panorama yo hice un soldado que tenía un poquito de mando cuando llevaba tres soldados, pero que cuando llegaba el sargento ya tenía que obedecer; y que además se equivocaba. Ese fue el Cabo Savino».

Así era este gaucho miliciano de frontera, quien lejos estaba de recrear a un fatuo y omnipotente militar; sino más bien a un alma errante, vagabunda por el marginal mundo que azotaba a los fortineros durante la llamada Conquista del Desierto, capaz de cuestionar que tan lícita resultaba aquella misión. Aunque Savino ya tenía su buen andar sobre el lomo: el grado de cabo lo había alcanzado en la Guerra de la Triple Alianza, convirtiéndose así en el primer militar de la historieta argentina.

Ni el paisaje, ni la vestimenta, ni ningún otro detalle parecieron escapársele a Don Carlos en la creación del Cabo Savino y su histórico contexto. Con su pañuelo al cuello, su gorra militar con visera negra y su facón caronero, hasta se vio cara a cara con una de las más míticas y controvertidas figuras gauchescas al que la historia real diera origen, el gaucho Juan Moreira . El Cabo Savino se negó a matarlo, mucho menos, por la espalda. Pues hubiera sido una traición entre gauchos. Así fue como, a pesar de su destacada participación en la Guerra de la Triple Alianza y la Campaña del Desierto (donde formó parte del Regimiento de Caballería Nº3, más conocido como “los Blancos de Villegas”, en alusión a su temido jefe, el general Cornado “el toro” Villegas), el pobre no habría de pasar de Cabo. Y así lo sería por el resto de su inacabable existencia. Es que una vez acabadas las andanzas en la revista “Fantasía”, el Cabo de Savino recalaría en las tierras sureñas que tanto conocía ya: las páginas del diario “Río Negro”. Provincia en la que Casella ha sido declarado Ciudadano Ilustre, y en la que ha echado raíces desde 1962, cuando se instaló en la ciudad de Bariloche. Desde ese rincón Patagónico es que el Cabo Savino ha seguido a todo galope, empuñando su cuchillo, surcando las fronteras del tiempo y desafiando no sólo a los malones indios sino también al temible olvido. Ese que se ha encargado de hacer añicos.

Carlos Casalla / Biografía

Carlos Chingolo Casalla (Buenos Aires, mayo de 1921-San Carlos de Bariloche, 5 de abril de 2017) fue un historietista argentino, especializado en temas gauchescos. Su apodo «Chingolo» refiere a uno de los nombres más populares del llamado «gorrión americano» Zonotrichia capensis.

Egresado de la Academia Nacional de Bellas Artes, participó en el equipo de Lino Enea Spilimbergo que pintó una parte de la cúpula de las Galerías Pacífico.

Luego de recibir de José Luis Salinas las primeras enseñanzas sobre cómo se hacía una historieta, adaptó la película Beau Geste mientras trabajaba en publicidad.

Casalla dibujó, también para la Editorial Columba: Álamo Jim que, como Savino, llegó a tener revista propia, y El Cosaco, con guiones de Robin Wood, Perdido Joe, Memorias de un Porteño Viejo y Chaco, en revistas como D’Artagnan, El Tony, Nippur Magnum. También colaboró con la revista Misterix de Editorial Frontera.

En 1954 creó la serie El cabo Savino, que acabaría convirtiendo en una de las más duraderas del medio. ​ Al comienzo los guiones eran propios y luego dibujó los de guionistas como Julio Álvarez Cao, Chacho Varela y Jorge Claudio Morhain.

En 1994 editó su libro El Gran Lago. En marzo de 2000 se editó el Martín Fierro, con ilustraciones de él.

Publicó durante años distintas tiras diarias en el diario Río Negro, de la provincia homónima, entre ellas Los Pioneros del Sur y Luis Piedra Buena, todas ellas basadas en temas históricos de la Patagonia. Residió, hasta su deceso, en la ciudad de San Carlos de Bariloche.

Falleció el 5 de abril de 2017, en San Carlos de Bariloche, ciudad donde residía.

Trayectoria editorial

El 1 de abril de 1954 Carlos Casalla comenzó a publicar su personaje El Cabo Savino («al principio, el cabo se llamaba Sabino, con b larga, inspirado en el pelaje del caballo criollo y en el nombre del por ese entonces famoso boxeador Néstor Sabino»)​ en la contratapa del diario La Razón, en forma de tira diaria.

Luego de cinco meses, Savino pasó a publicarse en el diario Democracia y las revistas Puño Fuerte y Puño Fuerte Extra de Editorial Láinez. En 1957 Savino (ahora con «v») se trasladó a las publicaciones de la Editorial Columba: El Tony, D’artagnan y Fantasía y aparecería allí hasta 1994.

En junio de 2012, y según la Universidad de San Martín (Buenos Aires, Argentina), Casalla se transformó en el autor que permaneció más tiempo haciendo la misma historieta en la historia del género gracias a El cabo Savino.

 

 

 

Bibliografía:

 

Esta entrada la realizaron: Sofia Tuppo, Ignacio Kaluda, Sofia Bernasconi, Melina Fernandez Mendez