Elegimos investigar sobre el ilustrador argentino Arturo Romeo Lanteri. Nacido en Buenos Aires el 24 de agosto de 1891 y fallecido en 1975. Descubrimos que además de reconocido ilustrador, fue guionista y director de cine.
Luego de haber dibujado para diversas publicaciones, la revista El Hogar, de Editorial Haynes, de aparición semanal, comienza en 1916 a incluir la historieta Las aventuras de El negro Raúl, creada por Arturo Lanteri sobre la base de un personaje real de la fauna porteña.
El Negro Raúl vivía sus desventuras, ambientado en paisajes urbanos claramente reconocibles de aquellos años, como el Parque Japonés, el Comité del Barrio, el Teatro Colón, o el patio del conventillo.
En provecho de poder colorear críticas de costumbres y modos sociales de esa rigurosa actualidad argentina, tal como lo hacía el personaje Sarrasqueta del dibujante Redondo, pero aquí el protagonista no comentaba los conflictos sino que los padecía en carne propia.
El éxito de la historieta hizo que a pedido de la editorial Lanteri creara otro personaje, «Tijerita», que apareció en la revista Mundo Argentino en 1918.
Otras creaciones destacadas de Lanteri fueron “Moises Papamosvky” de 1924, que se publicó en “Mundo Argentino”, como la historia de un porteño vividor, el que se va a instalar entre sus parientes del campo.
En 1922, aparecería la revista “La Novela Semanal”, que incluiría tiras cómicas, editada por Miguel Sans y Armando Castillo.
Allí Lanteri obtuvo su mayor éxito con “Don Pancho Talero”, historieta inspirada en Bringing Up Father de George McManus que publicaba el diario La Nación de Argentina con el título de Pequeñas delicias de la vida conyugal. No se declaraba expresamente el origen, aunque el apellido era sugerente y a veces don Pancho calzaba espuelas sobre sus zapatos.
Pancho Talero fue la primera historieta argentina cuyos personajes eran una familia y se publicó entre 1922 y 1943 en El Hogar. La historieta, que captaba un amplio espectro de la vida cotidiana tenía como protagonista principal a don Pancho, un hombre sometido por Petrona, su mujer, que a veces calzaba espuelas sobre sus zapatos y que personificaba a los propietarios rurales a los que el auge económico de la época permitió radicarse en la ciudad y acceder, entre otras cosas, a una casa confortable y a un auto. Los hábitos y gustos de ese sector cambiaban al mudarse a vivir en la ciudad y no eran pocos los que querían ocultar su procedencia para no pasar por “brutos” y ser víctimas de las burlas porteñas.
Otro personaje creado por el dibujante fue «Anacleto Bataraz», publicado a partir de 1924 en Mundo Argentino.
Era un hijo de estancieros que en su ida a la ciudad para estudiar había aprendido todo lo malo que se atribuye a los porteños y se había convertido en un “avivado” que, de regreso al campo paterno, pretendía transformar la sencilla vida campesina con ideas que, por lógica, les resultaban mal: hacer de la pulpería un cabaret o arar el campo con una moto. Cabe recordar que el enfrentamiento entre el padre “gaucho” y el hijo educado en la ciudad fue abordado en M’hijo el dotor, de Florencio Sánchez, una obra cumbre del teatro rioplatense que se estrenó en 1903.
Aprovechando que había obtenido el premio mayor en la lotería Arturo Lanteri produjo, guionó y dirigió tres filmes en base el personaje de la historieta Don Pancho Talero y su familia: Las aventuras de Pancho Talero (1929), Pancho Talero en la prehistoria (1930) y Pancho Talero en Hollywood (1931).
El crítico de cine Paraná Sendrós luego de señalar que el director de los filmes era a la vez el dibujante de la historieta, dice que:
“modeló con su obra el sentido de la historieta nacional costumbrista, parienta directa del teatro familiar y la comedia radial. Era de temer que producciones posteriores se recostaran en esos parientes, pero las suyas miraron, ya desde el papel, bien hacia el cine cómico de la época, o lo que le resultaba cómico: el gaucho Fairbanks style, por ejemplo, sazonando su visión risueña de la vida con más picardía y payasadas de lo que podía dibujar con su modo socarrón y primitivo, que hoy diríamos naif”.
Arturo Lanteri falleció en Argentina en 1975.
ILUSTRACIÓN ELEGIDA
Título: “De la vida teatral: El escenario del Colón durante un intervalo”
Publicado en: Revista Caras y Caretas – N° 1186
Fecha: 25 de Junio de 1921
Es una obra que merece observarse en detalle para impedir perderse alguna de todas las acciones representadas. Más aún por tratarse por un formato chico y donde además el inconveniente de un registro inexacto de los colores le quita en parte esa claridad tan necesaria.
Alumnos : Ferradas Sol – Miglioranza Luciana – Borda Guido