Dibujante y humorísta argentino, Alberto Bróccoli nació y murió (a sus 42 años) en Adrogué, provincia de Buenos Aires. Inicialmente, comenzó a publicar bajo el seudónimo Misterio en los años 60. En 1965 comenzó a trabajar en las revistas Tía Vicenta y Adán, y entre 1968 y 1971 tuvo a su cargo la sección de caricaturas políticas dePanorama. En su intensa carrera profesional colaboró en La Hipotenusa, Rico Tipo, Satiricón, Mengano, Atlántida, Semana Gráfica, Vosotras, Corsa, Claudia, Hortensia, Para Ti, Autoclub, Somos, Primera Plana, Libro Elegido, Gente, La hora del lunes, Siete Días, Tiempo Argentino, Clarín y La Nación. Su obra también se publicó en España, Alemania, Italia, México, Venezuela, Colombia, Perú y Ecuador.

Viñeta humorística de 1975 firmada bajo el seudónimo Misterio
En 1970 llega Juan y el Preguntón, una tira humorística pensada para la revista Siete Días que luego llegaría al diario Tiempos Argentinos y, más tarde, al diario La Nación. Sobre una situación que se reitera casi idéntica en cada tira Bróccoli encuentra el disparate, lo inaudito y lo lleva a lo más alto. Con personajes simples hechos tan sólo de líneas finas, lo que predomina en sus ilustraciones son los refranes, las adivinanzas y los trabalenguas. La ausencia de fondos es absoluta, basta con un simple fondo blanco para que estos personajes de una síntesis increíble desplieguen sus diálogos (muchas veces encerrados en globos de diálogo y otras tantas no).
Uno de sus personajes más trascendentes fue El mago Fafá, quien llegaría a editarse en su propia revista además de aparecer en las revistas Gente, Siete Días y La hoja del lunes. El mago Fafá también apareció desde 1973 en la mítica contratapa del Diario Clarín; en tal famoso diario argentino, Bróccoli compartiría desde entonces cartel con figuras de la talla de Caloi, Roberto Fontanarrosa, Horacio Altuna,Carlos Trillo, entre otros. Además, en el año 1974 la revista Gente lo mostró en una de sus tapas como uno de los personajes del año. No es sólo una caricatura del famoso Mandrake el mago (1934), de Lee Falk y Phil Davis, sino que constituye una reformulación libre y humorística del personaje. Fiel a su estilo, el autor apenas sugiere los fondos. Los chistes rematan en el último cuadrito en el que Fafá (muchas veces dirigiéndose al lector) reflexiona en forma insólita sobre lo que se visualizó anteriormente. También rinde tributo a la historieta al hacer desfilar a personajes consagrados comoMickey, Popeye, Toribio, La pequeña Lulú (de la que comenta “¡Qué bien se conserva!…”) y Margarita, la novia de Donald. El Mago Fafá logra reproducirse en cientos de posters, cintas cinematográficas (para cine y televisión), libros y hasta muñecos.
En 1979, crea Perez Man, un superhéroe perdedor, vulnerable y minúsculo, para el diario La Nación. En su deambular por la ciudad (de la que aparecen sólo trazos) cita a otros personajes de historieta, como Superman, Tarzán, el Hombre Araña, la Mujer Biónica. El pequeño superhéroe reflexiona sobre el país, como si mantuviera un diálogo con el lector. Menciona las desilusiones del argentino medio que, hasta hoy en día, pueden tomarse con el mismo humor y sentido de realidad.
Cabe destacar que Bróccoli fue uno de los pocos casos de ilustradores que tuvo, al mismo tiempo, sus tiras en los dos diarios más importantes de Argentina, Clarín y La Nación. Para el no habían limites, no se sujetaba a nada preconcebido, no habían reglas ni tradiciones que seguir. La inteligencia de sus chistes y el asombroso manejo del tiempo y de las acciones lo posicionan como uno de los grandes humoristas gráficos argentino de la década de los 70.
El día de su muerte, En los últimos párrafos, la emotiva carta de Caloi comenta: “Si hasta ese absurdo viernes 25 en que te fuiste, la muerte era solo un tema para un chiste de humor negro, hermano”.