Pedro Vilar / Tutú Marambá

 

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“Tutú Marambá”
Ilustraciones: Pedro Vilar [Buenos Aires, Argentina, 29 de marzo de 1936]
Edición: Julio ​​2015. Reproducción fascimilar de la edición de 1969, Editorial Sudamericana S.A.
2015, Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara S.A.
Humberto I 555, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Impreso en la Argentina
Autor: María Elena Walsh

Fragmento de entrevista a Pedro Vilar por Karina Micheletto, 24 de Octubre de 2015.

SÁBADO, 24 DE OCTUBRE DE 2015
PEDRO VILAR, EMBLEMATICO DIBUJANTE DE MARIA ELENA WALSH.
“No imaginé la relevancia que iban a tener mis ilustraciones”

Es tiempo de reconocimientos para el hombre que les puso imagen a Dailan Kifki y Tutú Marambá: después de muestras y reediciones, inaugurará una exposición sobre el trabajo que hizo junto a la escritora para el programa infantil Los requetepillos.

…[ –¿Y cómo era ese modo de trabajo junto a María Elena?
–Nos reuníamos, trabajábamos juntos. Ella me contaba la historia y para el siguiente encuentro yo imaginaba cuatro o cinco situaciones. Y ella elegía, casi siempre le gustaba más de una, o todas. Excepto con Dailan Kifki: ¡ese elefante me dio muchísimo trabajo! En realidad, lo que dio trabajo fue la tapa de Dailan; no salía y no salía, a María Elena no le convencía nada. Tutú Marambá, en cambio, que fue el primero que hicimos juntos, salió de taquito. Después vinieron El reino del revés, Zoo loco, y más tarde Cuentopos, Chaucha y palito, Los tres morrongos, Manuelita, Un chimpancé…

–¿Cómo ve hoy, a la distancia, toda esa obra?
–Creí que iba a lograr algo interesante, bueno, macanudo, pero no que iba a tener la relevancia que tuvo; tanta, tan emotiva para muchos. Es una gran alegría esta reedición y todo lo que provocó. Fue un milagro cuando me llamó Sudamericana en el mes de marzo para decirme que me estaban buscando. Eso vino después del reconocimiento de la Cámara Argentina de Ilustradores; después vino la muestra del Kirchner, ahora esta que están preparando en la ex ESMA, con todo lo que significa ese lugar. Todo esto me tiene sorprendido, apabullado. Estoy desacostumbrado también, porque yo vengo de pasar momentos muy difíciles en lo laboral. Lástima que no esté María Elena para vivir esta etapa; es lo único que lamento.

–¿Cuáles fueron esos momentos difíciles?
–Tuve que salir a vender dibujos a la calle. Era la época de Menem, no había trabajo, cerraban las editoriales, la revistas, cerraba todo. Algo tenía que hacer y salí por mi barrio, por San Telmo, a dibujar lo que me pidieran, al que me lo pidiera. Me encontré con que la policía me pedía plata para empezar a intentar vender mis dibujos. Mal podía darles un dinero que no sabía si iba a conseguir. Hasta que conseguí un espacio para vender en la feria de San Telmo, los domingos. No fueron épocas buenas para nadie en este país, para mí tampoco.

–¿Sigue dibujando?
–Ya no, perdí paciencia y precisión. Los últimos dibujos los hice para mí. Me inspira lo que amo: Racing Club, por ejemplo. Soy devoto de la santa madre Academia. Soy socio honorario y sigo yendo a la cancha. Ya ve que, entre tantas cosas que perdí, no figura la pasión. ]…

Fuente: Página/12